Marcha por la vida

“En marcha… por la vida”

Movido por estas palabras, entre otras, hemos querido manifestar públicamente nuestra DOBLE respuesta con ocasión de la marcha por la vida, realizada el domingo 31 de mayo.

 

Para dar respuesta a la convocatoria hecha por nuestro obispo y pastor diocesano, don Juan Ignacio González, quién invitó a las parroquias, colegios, instituciones públicas, católicos y no católicos a sumarse en esta manifestación a favor de la vida y en contra del aborto.

 

Para ejercer nuestro derecho y deber ciudadano, el cual consiste en manifestar en forma pública, pacífica y respetuosa nuestra más enérgico rechazo a la ley de aborto que algunos pretenden promulgar en nuestra patria, desconociendo el derecho fundamental de toda persona humana, el cual es el respeto a la dignidad y derecho a la vida, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.

 

Nos hemos alegrado y recogido motivos para la esperanza, al ver y encontrarnos con muchas otras personas, todas distintas entre sí, que piensan y sienten como nosotros, jugándosela por el respeto al más indefenso e inocente de los hombres y mujeres de nuestra patria, el que está en gestación en el vientre materno.

Esta batalla no se acaba aquí, continúa, en las calles, en el trabajo, en el diálogo con los amigos y vecinos, en el encuentro con quiénes se cruzan en el camino, para dar testimonio del valor del don recibido y que a nadie se le debe privar, aún en las mayores dificultades.   Teniendo la certeza, tal como daba testimonio una madre que ha sido víctima de este flagelo: “El aborto es la muerte disfrazada de solución”.

Respondiendo al llamado que el Papa Francisco ha hecho a los cristianos del mundo entero, también nosotros, levantémonos, pongámonos de pie, venciendo nuestras perezas y comodidades, para asumir activamente nuestra adhesión a esta causa, que es la causa de Dios a favor de sus hijos.

Agradecemos la generosa participación de nuestras familias fundadoras, directivos, matrimonios, profesores y especialmente a nuestros alumnos y alumnas, quienes han representado al colegio, pero no suplen nuestra valiosa asistencia y participación.

Profesor Hernán Díaz.